Los perros como los gatos tienen una sensibilidad auditiva muy elevada, lo que genera que los fuertes ruidos de la pirotecnia puedan provocarles pánico y un alto nivel de estrés, haciendo que manifiesten conductas no habituales, como miedo (se esconden debajo de los muebles), huidas, agresividad, aullidos, entre otros. Por lo mismo durante